Le ves y piensas en lo inalcanzable. ¿Tu amor platónico, tal vez? Bueno, dejémoslo en inalcanzable. Pero ahora le quieres, y crees que él a ti también. Ahora le tienes a bastantes kilómetros de distancia. Y tú, quieras que no, lo notas. Aunque sigas hablando chateando con él. Pero eso no importa, sabes que va a volver y le podrás decir en condiciones todo lo que sientes. Porque lo harás, ¿no?
Sientes que quieres estar con él, a su lado en todo momento, abrazarle y no soltarle jamás, besarle en cada rincón de su cuerpo, y susurrarle al oído un TE QUIERO. Que sí, que te quiero, y cuando estoy o hablo contigo me haces sentir la chica más feliz del