miércoles, 13 de julio de 2011

¿Qué? Que creo que te quiero.

Sí, el título lo dice todo, y es que... creo que te quiero. ¿Creo? Más bien diría que lo aseguro.
Le ves y piensas en lo inalcanzable. ¿Tu amor platónico, tal vez? Bueno, dejémoslo en inalcanzable. Pero ahora le quieres, y  crees que él a ti también. Ahora le tienes a bastantes kilómetros de distancia. Y tú, quieras que no, lo notas. Aunque sigas hablando chateando con él. Pero eso no importa, sabes que va a volver y le podrás decir en condiciones todo lo que sientes. Porque lo harás, ¿no?
Sientes que quieres estar con él, a su lado en todo momento, abrazarle y no soltarle jamás, besarle en cada rincón de su cuerpo, y susurrarle al oído un TE QUIERO. Que sí, que te quiero, y cuando estoy o hablo contigo me haces sentir la chica más feliz del mundo universo. Con esa pequeña gran sonrisa de idiota que me sacas siempre.

martes, 5 de julio de 2011

Ójala todo fuese más fácil, como cuando éramos pequeños.*

Donde las decisiones más importantes se tomaban con un "pinto pinto gorgorito". Donde las cosas más complicadas se podían detener con un simple "¡eso no vale, trampa!". Donde los errores se arreglaban diciendo "empezamos otra vez". Donde tener dinero, sólo significaba poder comprarte una bolsa de chuches a la salida del cole. Donde hacer un castillo de arena, nos podía mantener ocupados toda una tarde... Donde salvar a todos mis amigos en el escondite, bastaba con un grito: "¡por mí y por todos mis compañeros!". Donde "¡tonto el último!" era lo único que nos hacía correr como locos hasta que el corazón se nos salía del pecho. Donde los globos de agua eran la más moderna, poderosa y eficiente arma que jamás se había inventado. Donde "GUERRA" sólo significaba arrojarse tizas y bolas de papel durante las horas libres en clase. Donde la mayor desilusión era haber sido elegidos los últimos en los equipos del cole. Donde un helado, era la mayor recompensa. Donde quitar las ruedas pequeñas a la bici significaba un gran paso en tu vida. Donde el negocio del siglo era conseguir cambiar los cromos repetidos por el que hacía tanto tiempo que buscabas. Donde ponerte el 'babi' a modo de capa te hacía soñar, y subido en cualquier escalón deseabas con todas tus fuerzas poder volar como Superman...




Todas estas simples cosas nos hacían felices, no necesitábamos nada más que un balón, una comba y un par de amigos con los que hacer el ganso durante todo el día...