martes, 27 de diciembre de 2011

El diario de Noa.


- Puedo ser divertido si quieres, o pensativo, listo o supersticioso, valiente... incluso bailarín. Seré lo que quieras. Dime lo que quieres y lo seré por ti.
- Eres tonto.
- Bueno, podría serlo.

Hoy tengo ganas de comerme el mundo.

Mañana, tal vez rece para que el mundo me coma a mí. Soy inestable. Indecisa. No sé lo que quiero ni como lo quiero. Solo sé que lo quiero. Y punto. No soy de las que se paran a pensar en las consecuencias. Actúo. Disfruto o sufro. Me relajo o me deprimo. Pero siempre termino olvidándolo, o quitándole importancia. Busco momentos mejores. Y si no los encuentro, vuelvo a aquellos que ya pasaron, y los revivo en mi mente. Está claro que volveré a pasar por esa etapa de sufrimiento; y que junto a ese sufrimiento, vendrá la nostalgia. Ese es mi punto débil. Recordar. Mi tesoro más preciado, son mis recuerdos. Pero al mismo tiempo, son una droga mortal, que a la vez que me alivian, me envenenan. Es esa típica sensación de despertar de un fantástico sueño. Y de desvanecerte cuando descubres que no es real... Y lo peor, es que lo fue. Y no te conformas con haberlo vivido.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Es como un tipo de escudo protector.

Su mente trata de aislarla de la realidad y del sufrimiento. Pero no es así, la tortura sigue constantemente durante el desayuno, durante la comida, durante la cena, e incluso en sueños. Pero ella trata de evitarlo, intenta no hacerle caso, ignorarlo... Como quieras llamarlo. Al terminar el día, cae rendida en el sofá de su casa. Los recuerdos, las pesadillas, los sentimientos y otras muchas cosas vuelven a golpearle de nuevo la cabeza. Y sin apenas darse cuenta se vuelve a quedar dormida; y, al despertar, las lágrimas siguen en el mismo sitio que antes. No se han movido.
O quizás se movieron, pero volvieron a brotar otras nuevas. Es un círculo vicioso, que parece nunca terminar. Pero la verdad es otra muy distinta... Nadie sabe por qué razón llora, ni tampoco con lo que sueña. No se sabe si quizás es por alguien que le ha hecho daño y al que no puede olvidar. Quizás esa persona tan importante para ella un día dejó de estar ahí, y ella lo recuerda constantemente. O, si simplemente, es una enfermedad, una obsesión que se ha instalado en su cabeza, la cual no quiere abandonar... 

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Princess.

Las verdaderas princesas son tan sensibles que notan la rotación de la Tierra. Por eso se marean.
Una verdadera princesa no come el pollo con las manos (aunque puede hacerlo con los pies). El oficio de príncipe es a menudo muy difícil. Su vida no es nada tranquila: debe errar a través de los bosques para encontrar a la princesa que le está destinada. Y entonces, despertarla y besarla; o besarla para despertarla. A veces, el asunto termina mal, y algunos se convierten en sapos o en otro animal menos conocido. En el reino de la princesa Majara, los guapos son feos, como yo, y los feos son guapos, también como yo. Eh, hermano, ¿qué es en realidad de los príncipes después de su boda?





-Hoy en día, las princesas se las comen dobladas; son devoradas por los lobos y los príncipes ya no son azules...