lunes, 25 de abril de 2011

Todo esto y mucho más...

Sí, lo confieso. Soy de esas que olvidan el 14 de Febrero. De las que se tiran todo el día escuchando música. De las que llegan media hora tarde y sonríen mientras piden perdón. De las que estarían todo un día durmiendo, incluso más. Soy soñadora. Habrá días que estaré 24 horas contigo, abrazándote y haciéndote reír. Otros, sin embargo, notarás que no estoy aquí, que nada me incumbe y nadie tiene que ver conmigo. Eso ocurre pocas veces. Esos días te aconsejo que no te esfuerces ni en tocarme. Soy de las que piensan que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano, no confío en todo el mundo y en las personas que sí que lo hago son pocas. Soy de las que, por ahora, solo han tenido una mejor amiga en la vida. Con el tiempo verás que soy de extremos, conmigo es blanco o negro; que el gris para mí no existe: o te quiero, o te odio; o algo me gusta, o no puedo ni verlo; o todo me da igual, o todo me influye. Eso sí, para pasar del blanco al negro hay que atravesar varios tonos de gris... También te darás cuenta de que me entrego al 100% en todo. Que las cosas, cuando decido hacerlas, las hago dando todo de mí, dejando en ellas sudor y lágrimas. Cuando las hago, las hago bien; o sino, no las hago. Soy de las que cuando lloro, lloro hasta soltar la última lágrima, y cuando río, se me sale toda la fuerza en cada carcajada. De las que cuando me enfado, lo hago con toda mi energía, que cuando grito, me dejo la garganta y que cuando beso, lo hago como si fuera la última vez. Soy de las que son felices al ver que alguien les regala una sonrisa, sea de quien sea, pero mejor que sea de quien yo quiero. Me acostumbro a la rutina, pero no por ello siempre hago lo mismo. Soy adicta al pasado, vivo de mis recuerdos y de todos los momentos vividos junto a la gente que quiero. Sufro de nostalgia y, pocas veces, de melancolía. Carpe Diem. Digo lo que pienso aunque no pienso lo que digo. Soy de las que primero actúan y luego piensan. Puede que sea un poco rara. Me da igual lo que piense la gente que no quiero, y que tampoco me importa. Un día me verás por los suelos, y al siguiente dando saltos de alegría en lo más alto. Miento bastantes veces. Mentiras piadosas, eso sí. Me enamoré y nadie puede decir que no. Dije que te quería y era cierto. Digo que te he olvidado; y una vez más repito que suelo decir mentiras piadosas. Acepto que soy el ser más imperfecto del mundo, pero he aprendido a vivir con mis 1823764654 defectos.

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