martes, 4 de octubre de 2011

Zas.

De repente, sin que me diese cuenta. Apareciste.
Soy feliz hablando contigo, ¿sabes? No sé cómo lo haces, quizá sea algo relacionado con tu encanto; tu personalidad, no lo sé. Simplemente, ¿tú?
Odio que mi felicidad dependa de alguien. Y, temo decir que, creo que mi felicidad tiene nombre y apellidos. Y creo que son los tuyos.
Quizá sea pronto para decir esto, o, simplemente para dudarlo pero... hoy me siento así.
-
-
-
Hace unos días que me llevo sintiendo así

No hay comentarios:

Publicar un comentario